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Construir una infraestructura ciberresistente: Buenas prácticas para la planificación de la recuperación en caso de catástrofe

En la era digital actual, las empresas dependen en gran medida de su infraestructura informática para llevar a cabo sus operaciones. Sin embargo, con la creciente frecuencia y sofisticación de los ciberataques, es esencial disponer de un plan de recuperación ante desastres (DRP) para garantizar la continuidad de la actividad empresarial. Un DRP es un conjunto de políticas y procedimientos que describen cómo una organización recuperará su infraestructura y operaciones informáticas críticas en caso de desastre natural, ciberataque o cualquier otra interrupción.

Comprender la ciberresiliencia

La ciberresiliencia es la capacidad de una organización para mantener su propósito fundamental y su integridad frente a los ciberataques. Una organización ciberresiliente cuenta con un DRP eficaz, que se prueba y actualiza periódicamente para garantizar que puede responder a las nuevas amenazas.

Un aspecto clave de la ciberresiliencia es centrarse en la gestión de riesgos, lo que implica identificar amenazas y vulnerabilidades potenciales, evaluar la probabilidad y el impacto de esas amenazas y desarrollar estrategias para mitigarlas. La gestión de riesgos debe ser un proceso continuo, ya que en cualquier momento pueden surgir nuevas amenazas y vulnerabilidades.

Desarrollo de un PRD

El desarrollo de un DRP es un proceso complejo que implica la identificación de activos y sistemas críticos, la evaluación de riesgos y vulnerabilidades, y el desarrollo de estrategias para mitigar esos riesgos. Las siguientes son algunas de las mejores prácticas para desarrollar un DRP:

  1. Identificar los activos y sistemas críticos.: Para desarrollar un DRP eficaz, es esencial identificar los activos y sistemas críticos que son esenciales para las operaciones de una organización. Esto puede incluir servidores, bases de datos, aplicaciones y dispositivos de red. Es necesario identificar los activos y sistemas críticos para poder priorizarlos y tomar las medidas adecuadas para garantizar su disponibilidad durante una catástrofe.

Por ejemplo, si una organización depende en gran medida de su base de datos para sus operaciones, debe identificarse como un activo crítico, y debe desarrollarse un plan de copia de seguridad y recuperación para garantizar que pueda recuperarse en caso de desastre.

  1. Realizar una evaluación de riesgos.: Llevar a cabo una evaluación de riesgos es crucial para identificar los riesgos y vulnerabilidades potenciales asociados a cada activo y sistema crítico. Una evaluación de riesgos exhaustiva debe tener en cuenta la probabilidad y el impacto de diversas amenazas, como los ciberataques, las catástrofes naturales y los errores humanos.

Por ejemplo, una organización puede llevar a cabo una evaluación de riesgos para identificar el impacto potencial de un ciberataque en sus dispositivos de red. Basándose en la evaluación, la organización puede desarrollar estrategias para mitigar los riesgos y garantizar la disponibilidad de los activos y sistemas críticos durante un desastre.

  1. **Desarrollar una estrategia de recuperación: Una estrategia de recuperación integral es esencial para mitigar los riesgos identificados en la evaluación de riesgos. La estrategia de recuperación debe incluir procedimientos de copia de seguridad y recuperación, soluciones de redundancia y conmutación por error, y pruebas de recuperación en caso de catástrofe.

Por ejemplo, una organización puede desarrollar un plan de copia de seguridad y recuperación para sus bases de datos críticas. El plan debe especificar la frecuencia de las copias de seguridad, su ubicación y los procedimientos para restaurar los datos en caso de desastre.

  1. Documentar el PRM.: Documentar detalladamente el PRD es esencial para garantizar que pueda aplicarse eficazmente durante una catástrofe. El DRP debe incluir procedimientos para activar el plan, información de contacto del personal clave y una guía paso a paso para la recuperación.

Por ejemplo, una organización puede documentar el PRD en un manual o en formato digital, y debe ser accesible a todo el personal pertinente. El PRD debe revisarse y actualizarse periódicamente para garantizar su eficacia durante una catástrofe.

  1. **Probar y actualizar el PRD con regularidad: Probar el PRD con regularidad es crucial para identificar cualquier laguna o debilidad en el plan y garantizar su eficacia durante una catástrofe. El PRD debe probarse mediante ejercicios de simulación, simulacros y pruebas en vivo.

Por ejemplo, una organización puede realizar un ejercicio de simulación para comprobar la eficacia de su PRM en un entorno simulado. En el ejercicio puede participar todo el personal pertinente y debe documentarse para identificar cualquier laguna en el PRM. Las lagunas detectadas deben abordarse actualizando el PRD en consecuencia.

Implantación de un PRM

La aplicación de un PRD implica poner en marcha el plan en caso de catástrofe. A continuación se exponen algunas de las mejores prácticas para poner en marcha un PRM:

Activar el plan inmediatamente

Cuando se produce una catástrofe, es importante activar el PRM lo antes posible para minimizar el tiempo de inactividad y los daños. Esto significa que todo el personal crítico y las partes interesadas deben ser notificados con prontitud y el plan debe ponerse en marcha de inmediato. Algunas de las mejores prácticas para activar el PRM son:

  • Establecer procedimientos claros: Asegúrese de que el PRD incluye procedimientos claros para activar el plan. Esto debe incluir información sobre quién debe ser notificado, cómo ponerse en contacto con ellos y qué medidas deben tomarse para aplicar el plan.

  • Automatice el proceso de activación: Considere la posibilidad de utilizar sistemas automatizados para activar el PRM, como sensores que puedan detectar catástrofes y activar alertas o sistemas automáticos de conmutación por error que puedan cambiar a recursos de reserva.

  • Probar el proceso de activación:** Probar periódicamente el proceso de activación para asegurarse de que funciona según lo previsto. Esto puede ayudar a identificar cualquier problema o cuello de botella que pueda impedir que el PRD se active con rapidez y eficacia.

Algunos ejemplos de cuándo activar el PRD inmediatamente son:

  • Una catástrofe natural, como un huracán o un terremoto, que cause daños y trastornos generalizados.

  • Un ciberataque o una violación de datos que comprometa información sensible o interrumpa sistemas críticos.

  • Un corte de electricidad u otro fallo de la infraestructura que afecte a recursos esenciales.

En general, la activación inmediata del PRM es esencial para minimizar el tiempo de inactividad y los daños en caso de catástrofe. Siguiendo las mejores prácticas y probando regularmente el proceso de activación, las organizaciones pueden asegurarse de que están preparadas para responder rápida y eficazmente a cualquier catástrofe.

Comunicar con eficacia

La comunicación eficaz es esencial para poner en marcha un PRM. Todo el personal clave y las partes interesadas deben ser conscientes de sus funciones y responsabilidades en caso de catástrofe, y deben establecerse líneas de comunicación claras para garantizar que todo el mundo esté de acuerdo. Algunas de las mejores prácticas para una comunicación eficaz son

  • Establezca un plan de comunicación: Asegúrese de que el PRM incluya un plan de comunicación que describa a quién hay que notificar, cómo ponerse en contacto con ellos y qué información hay que compartir.

  • Designe un coordinador de comunicación: Designe a una persona responsable de coordinar todos los esfuerzos de comunicación durante una catástrofe. Esta persona debe tener autoridad para tomar decisiones y debe estar familiarizada con el PRM y el plan de comunicación.

  • Utiliza varios canales:** Utiliza varios canales de comunicación para asegurarte de que todo el mundo está localizable. Esto podría incluir teléfono, correo electrónico, mensajes de texto, redes sociales y otros métodos.

  • Formación del personal:** Asegúrese de que todo el personal clave recibe formación sobre el PRM y el plan de comunicación. Revise y actualice periódicamente el plan para asegurarse de que todo el mundo conoce los cambios.

Algunos ejemplos de comunicación eficaz durante una catástrofe son

  • Se produce un incendio en un edificio y es necesario evacuar a todo el mundo de forma rápida y segura. El plan de comunicación debe indicar cómo avisar a todo el mundo y dar instrucciones claras sobre cómo evacuar.

  • Se produce un ciberataque y la información confidencial puede haber sido comprometida. El plan de comunicación debe esbozar cómo notificar a las partes afectadas y proporcionar orientación sobre las medidas que deben tomar para protegerse.

  • Una fuerte tormenta provoca cortes de electricidad generalizados y las infraestructuras críticas se ven afectadas. El plan de comunicación debe describir cómo notificarlo al personal esencial y a las partes interesadas, y proporcionar información sobre las medidas que se están tomando para restablecer los servicios.

En general, una comunicación eficaz es esencial para aplicar un PRM y minimizar el impacto de una catástrofe. Siguiendo las mejores prácticas y revisando y actualizando periódicamente el plan de comunicación, las organizaciones pueden garantizar que están preparadas para responder rápida y eficazmente a cualquier catástrofe.

Documentar el proceso de recuperación

Documentar el proceso de recuperación es un paso esencial en la implantación de un PRM. Esto ayuda a identificar las áreas de mejora y a aprender de incidentes pasados. Estas son algunas de las mejores prácticas para documentar el proceso de recuperación:

  • Registrar todo: Es importante documentar todo el proceso de recuperación en detalle, incluido el momento de cada paso dado, los nombres de las personas implicadas, las acciones emprendidas y los resultados de dichas acciones. Esto puede ayudar a comprender claramente el proceso de recuperación y puede utilizarse como referencia en el futuro.

  • Se recomienda utilizar un formato normalizado para documentar el proceso de recuperación. Esto puede ayudar a organizar la información de forma estructurada y facilitar el análisis del proceso de recuperación.

  • Incluir problemas y soluciones: Documentar los problemas que surgieron durante el proceso de recuperación y cómo se resolvieron puede ayudar a identificar las áreas de mejora. Esto puede ayudar a mejorar el DRP para futuros incidentes.

  • Compartir la documentación:** Es importante compartir la documentación con todas las partes implicadas en el PRM. Esto puede ayudar a mejorar su comprensión del proceso de recuperación y a identificar áreas de mejora.

  • Revisar y actualizar periódicamente:** La documentación debe revisarse y actualizarse periódicamente para garantizar que sigue siendo precisa y está al día. Esto puede ayudar a mantener la eficacia del PRM y a abordar cualquier nuevo problema que pueda surgir.

Siguiendo estas buenas prácticas, las organizaciones pueden asegurarse de que el proceso de recuperación se documenta eficazmente, lo que puede ayudar a mejorar el PRM para futuros incidentes y reducir el riesgo de tiempos de inactividad y daños causados por desastres.

Realizar un análisis post mortem

Un análisis post-mortem es un proceso de revisión que tiene lugar después de que se haya producido un incidente o suceso. Consiste en identificar las causas profundas del incidente, evaluar la eficacia de la respuesta y elaborar recomendaciones de mejora.

Al realizar un análisis post-mortem como parte de la aplicación de un PRM, se pueden seguir los siguientes pasos:

  1. Recopilar información: Recopilar datos sobre el incidente, incluidos qué ocurrió, cuándo ocurrió, quién estuvo implicado y el alcance de los daños.

  2. **Determinar las causas subyacentes del incidente. Puede tratarse de un error humano, fallos tecnológicos u otros factores.

  3. Evaluar la respuesta: Evaluar la eficacia de la respuesta al incidente. Determine qué funcionó bien y qué podría haberse hecho mejor.

  4. 4. Desarrollar recomendaciones: Utilizar la información recopilada para desarrollar recomendaciones para mejorar el PRM. Esto podría incluir la actualización de los procedimientos, la mejora de los protocolos de comunicación y la mejora de la formación y la concienciación.

  5. **Poner en práctica las recomendaciones actualizando el PRM y comunicando los cambios a todo el personal pertinente.

Al realizar un análisis post mortem como parte de la implantación de un PRM, las organizaciones pueden aprender de sus experiencias y mejorar su respuesta ante futuros incidentes. Esto puede conducir a tiempos de recuperación más rápidos y a minimizar los daños a la empresa.

Cumplimiento de la normativa

Varias normativas gubernamentales exigen que las organizaciones dispongan de un DRP para proteger los datos confidenciales y garantizar la continuidad del negocio. Algunas de estas normativas son:

  • HIPAA (Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros Médicos)
  • SOX** (Ley Sarbanes-Oxley)
  • PCI DSS** (Norma de seguridad de datos del sector de tarjetas de pago)
  • GLBA (Ley Gramm-Leach-Bliley)
  • FERPA (Ley de Privacidad y Derechos Educativos de la Familia)

Las organizaciones deben asegurarse de que sus DRP cumplen todas las normativas pertinentes y de que se prueban y actualizan periódicamente para cumplir los requisitos cambiantes.

Herramientas y servicios

Existen varias herramientas y servicios que pueden ayudar a las organizaciones a desarrollar y aplicar un PRM. Algunos de ellos son:

  • Servicios de copia de seguridad y recuperación ante desastres en la nube - Los servicios de copia de seguridad y recuperación ante desastres basados en la nube pueden proporcionar a las organizaciones una solución segura y escalable para proteger datos y aplicaciones críticos.

  • Servicios de respuesta a incidentes** - Los servicios de respuesta a incidentes pueden proporcionar a las organizaciones apoyo y experiencia inmediatos en caso de ciberataque u otro desastre.

  • Software de copia de seguridad y recuperación** - El software de copia de seguridad y recuperación puede automatizar el proceso de copia de seguridad y simplificar el proceso de recuperación en caso de desastre.

  • Herramientas de evaluación de riesgos** - Las herramientas de evaluación de riesgos pueden ayudar a las organizaciones a identificar posibles amenazas y vulnerabilidades y a desarrollar estrategias para mitigar esos riesgos.

Conclusión

En conclusión, elaborar y aplicar un PRM es esencial para garantizar la continuidad de la actividad en caso de catástrofe. Las organizaciones deben centrarse en la gestión de riesgos, probar y actualizar periódicamente su DRP y asegurarse de que cumplen todas las normativas pertinentes. Siguiendo las mejores prácticas y aprovechando las herramientas y servicios, las organizaciones pueden construir una infraestructura ciberresistente que pueda soportar incluso los ciberataques y desastres más graves.

Referencias

  1. NIST Cybersecurity Framework
  2. PCI DSS Requirements and Security Assessment Procedures